En 1987, las PUMA Slipstream entraron a escena como unas zapatillas de basketball. Eran un modelo de baloncesto que permitía saltar alto y hacer grandes lanzamientos. Ahora llegan las Slipstream, una reinvención de las originales que trae una nueva energía al juego, manteniéndose fiel a su origen deportivo.
En 1987, las PUMA Slipstream entraron a escena como unas zapatillas de basketball. Eran un modelo de baloncesto que permitía saltar alto y hacer grandes lanzamientos. Ahora llegan las Slipstream, una reinvención de las originales que trae una nueva energía al juego, manteniéndose fiel a su origen deportivo.